La artrosis es una patología degenerativa caracterizada por la pérdida del cartílago hialino que recubre las articulaciones, suele ser de evolución lenta y generalmente progresiva.
La pérdida del cartílago ocasiona repercusiones en el hueso e inflamación sinovial en la articulación. La artrosis conlleva cambios a nivel radiológico, y pueden generar una serie de signos y síntomas.
Esta patología suele aparecer a partir de mediana edad y con predominancia en sexo femenino. Las articulaciones que más se afectan son rodillas, caderas, dedos de las manos y columna vertebral siendo las regiones cervical y lumbar las más afectadas.
Artrosis cervical
La región cervical está formada por 7 vértebras que se unen entre sí por dos tipos de articulaciones:
Estas se articulan para dar movilidad en flexión, inclinación y rotación. La región cervical es la porción más móvil de la columna vertebral, su estabilización se lleva a cabo mediante los ligamentos y la musculatura que rodea al cuello.
La artrosis en la articulación intervertebral produce la disminución del grosor del disco por una deshidratación debido al proceso degenerativo, el desgaste de sus fibras aumenta la carga que soporta la vértebra y su fricción pudiendo generar la presencia de osteofitos (pequeño crecimiento del hueso) que ocasiona la deformidad de la articulación y en ocasiones la compresión de alguna raíz nerviosa. Por otra parte, el desgaste de las fibras del disco puede hacer que su material se proyecte hacía fuera originando en algunos casos protusiones o hernias discales.
En la articulación cigapofisaria, se produce un desgaste del cartílago articular ocasionando la presencia de rigidez e inflamación (deformidad) de la articulación que también puede causar la compresión de alguna raíz nerviosa.
Las vértebras que con mayor frecuencia se suelen afectar son la número cuatro, cinco y seis, correspondiente a la región más móvil.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Hay factores no modificables como la edad, sexo, raza y factores genéticos.
Entre los factores modificables encontramos:
¿Cuáles son sus signos y síntomas?
¿Cómo podemos identificarla?
Para el adecuado diagnóstico es necesario acudir al médico para que realice las pruebas de imágenes pertinentes. Una de las pruebas indicadas es la radiografía, entre los signos radiológicos se encuentra la disminución de espacio intervertebral, el depósito de osteofitos en la vértebra y esclerosis (deformidad) de las articulaciones cigapofisarias.
Los signos radiológicos no tienen por qué correlacionar con los síntomas, es decir, a nivel radiológico se puede ver afectada la articulación y la persona no tener sintomatología.
A nivel de la fisioterapia realizaremos una exploración física en la que observaremos la presencia de crujidos, deformidad articular, falta de fuerza, el dolor difuso a la palpación, el dolor a la movilidad, la inestabilidad y rigidez articular, así como descartar otras causas de dolor por afectación de tejidos blandos.
¿Qué podemos hacer para tratar la artrosis?
La artrosis es una patología degenerativa dónde lo más importante es ralentizar su progresión y aliviar la sintomatología.
Entre las medidas no farmacológicas tenemos la corrección postural y el fortalecimiento de la musculatura mediante el ejercicio.
A continuación, te explicaremos una serie de ejercicios que nos ayudarán a fortalecer y dar movilidad a la columna cervical, aunque es conveniente adaptarlos a cada individuo:
-Ejercicios isométricos en los diversos grados de movimiento: consiste realizar una fuerza en contra de la resistencia sin que haya movimiento alguno. Se pueden añadir elementos para más resistencia como gomas, toallas…
-Elevación de hombro con pesas: ayuda a el fortalecimiento del trapecio superior, importante en la estabilización escapular y hombro.
-Ejercicios de movilidad y estiramientos: movimientos lentos y fluidos como realizar círculos con el cuello o efectuar estiramientos musculares pueden ayudar a mejorar la rigidez.
– Existen diferentes actividades como pilates suelo, máquinas, yoga, piscina que pueden ayudar a fortalecer la musculatura y disminuir los síntomas de esta patología.
Para las crisis de más dolor puedes acudir a consulta de fisioterapia para aliviar los síntomas mediante diversos métodos, como por ejemplo: